“Ser
comprendido es prostituirse”
Pessoa.
Me personaré, en el juicio deleznable de mi ser,
Contra mi propia vida.
Iré a caer a un bucle intermitente
De horas muertas y sufragios vomitivos.
Allí en el borde de una mentira, acariciaré
El éxtasis: la maldición que proyecto.
El estado físico de todas mis desesperanzas.
La lupa quemando la hormiga,
La paz desasistida, el desaliento.
La existencia del mal demudando los rostros
En veinte caracteres. Mi fragilidad
corriendo calle abajo desvanecida.
Desligar de la mano del útero del mundo
La mano tibia de lo que soy.
Lo que fui ya no debe juzgarse: proyecto de hombre,
causa perdida al menos digna.
Evadirse, más allá del sustantivo de los hombres,
de la canción primera.
Como un peatón en medio de Lisboa
echándose de menos.