Un, dos, tres bang
rezaba el cartel de tres por
dos
en aquella avenida matinal,
y el simulacro y los
candados,
la vecina con el perro,
una bolsa llena de litros
de cerveza, la droga, los
aplausos,
las gafas de sol, todo lo que
cabía
esa mañana en mi burbuja,
el adiós, la mala suerte, el
rastro,
dónde estabas entonces
me sigo preguntando,
la impresión de joder
contigo,
la última toma de contacto,
el cansancio, el nunca
juntos,
tu amor por otro, la pena,
los insultos,
descojonada a viva voz del muerto,
el muro infranqueable, los
ojos turbios,
el cómplice que ya no hace
gracia,
la ropa por tender, el sexo
recuperado,
mis celos, mi canción sin
musa,
el aire, las macetas, el
domingo en el pesebre,
el Dios mundano besándome en
los labios,
el móvil separándonos, la
grieta,
el corazón sin pelos en los
huevos,
el partido de fútbol, el
cenicero,
el metro de vuelta, reír,
llorar,
desmembrarme en mil
partículas
de odio, la vejez adelantada,
el hasta siempre,
la estación sin ti, el
atasco, la paciencia,
mi cabeza en la bandeja de
plata,
mi no felicidad sintigo, tu
llave para otro,
el coño, la polla, tu
pasatiempo, el verbo
rompiendo el contrato con tu
orgullo,
la salvedad, el reloj, los
infortunios,
la secuencia, el párpado
herido, la distancia,
la paloma muerta, el espejo
mutuo,
la letra escarlata, mi fosa
común, mi esperpento,
la tragicomedia, el Carmen,
las pupilas dilatadas,
tu poema,
mi poema,
la mierda en que nos hemos
convertido.
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