martes, 24 de enero de 2012

ROSARIO.





Sólo tu ausencia me habla de tu ausencia.

En el otro extremo del péndulo
están tus asesinos,
al otro lado de la vida ingrata
tu lado más humano desvaneciéndose.

¿En qué nos hemos convertido?.
¿Dónde gime el perdón que no merecen
aquellos que sostienen tu muerte con sus manos,
que descubren su miseria
en la cara más triste de la ciudad?.

La dignidad se fue con tu boca
desencajada por los golpes
de la vejez.

Esa dignidad que ellos no tendrán nunca,
asesinos de la soledad elegida,
aprendices de la tortura y la bajeza,
soñadores sin sueños, niños huérfanos
de la educación prestada.

Sólo tu ausencia me habla de tu ausencia
cuando la justicia nunca habla
y el poema aún te implora.



No hay comentarios:

Publicar un comentario