El tiempo y la distancia
son la prueba irrefutable
de que exististe.
Luego fui el monstruo
y tú la piedra.
Con el amante entre sus brazos
aplaude la batalla
y sucumbe a la pesadilla.
Todos los cuerpos que he devorado
valían mucho más que amarte.
Desmembrados los unos en los otros
se eximirán de culpa,
no presentarán cargos.
Dejarán las manos muertas
y sabrán que el acto poético
y la torpe esperanza
son un suicidio perpetuo.
Yo soy el monstruo y tú la biblia -abre los ojos-
Saturno se ha tragado al mundo ciego.
Me he cansado de repetir el parto:
la navaja atraviesa el ojo
abro mi boca como una tumba
y toda esta tristeza atávica
te escupe amén.
https://www.youtube.com/watch?v=qLtYaet-MAo&list=PLe7pvUrm7pp3G3XOIuFAsRyaIjG7JYIUs&index=4
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