lunes, 12 de junio de 2017

ALIVIO.








Cuando ya no queden fuerzas para escribir
y haya un vacío interminable

y sienta un hueco dentro de mi culpa
entre los trenes que ya no vuelven

y los idiomas muertos.

Pensaré en todos vosotros -compañeros, 
artistas, aves de paso, especies nocturnas-

con premeditación y alevosía.

Todos los retratos desfigurados contra el óleo,
palabras imposibles, cuerpos desnudos

tocados ya con las manos frías,
como diciendo adiós,
desvaneciéndose.

Porque cuando canto me recibo en un eco doloroso,
intuyo que todo está podrido,
hasta la luz

de las primeras veces.

Nadie puede detener la decadencia.

Pesará en ti como una sombra vaga,
mitad tristeza,
mitad alivio.


https://www.youtube.com/watch?v=O0HCgYAZajw





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