domingo, 2 de agosto de 2015

MALDAD BONITA.



Yo tengo una maldad bonita.

Una maldad que no tiene enemigos,
hija del asfalto y prima hermana
de la triste sombra de los días,
una maldad imberbe
como el enfado de los niños
o las primeras piedras de la vida.


Tengo una maldad
de robar un euro en el carro del súper,
aparcar en doble fila,
de no dejar propina en el café del desayuno,
de dejarte siempre por mí,
nunca por otra,
resaca emocional e inmadura, vicisitudes,
intrínseco lugar que calma mis naufragios.


Yo tengo una maldad bonita,
hay desiertos en mis ojos
pero ya no baja el agua limpia por la sierra,
hay heces detrás de la cadena,
cenizas rodando por el patio
-no abras- platos sucios
y mierda en la nevera.


Yo tengo una maldad bonita,
no puede descubrirse si no la muestro,
atemporal y lúcida,
me viene a visitar sin flores
con algunos hombres buenos,
y yo la cojo con ternura
y no la suelto de mi mano


hasta que vuelvo a las sombras
porque nadie me ilumina,
cuando no me busco
ni estando solo


solo como un libro cerrado
de ochocientas setenta y nueve páginas


dónde tampoco te encuentro.

 https://www.youtube.com/watch?v=Ap3-PGR43_A

No hay comentarios:

Publicar un comentario