miércoles, 8 de octubre de 2014

PASIONES INGRATAS.





Aferrado a aquel vínculo incierto
en el cuarto de noche creciente,
separados los párpados intuyo
la depravación de mi ser, la pobredumbre.


Hay una cadena de muertos
de cualquier cama del mundo a mi tristeza,
los cuerpos se inculpan, unos a otros
se devoran en grandes extensiones de soledad,
negocian como llenar vertederos de amor,
pasiones ingratas, ríos de tinta.


He esperado el tiempo necesario
para dejar hablar al cosmos, para nutrirme
de ti con otra cara, de la raíz latiente,
semilla escupida con fuerza,
el pecado y la pulpa, el arroyo
dónde desemboca el manantial del sexo.


Eres una cárcel de huesos.

Me has llenado de hambre y de martirio,
oigo rugir al techo y adivino las torpes pisadas
de Dido desencontrada en el paraíso terrenal,
en la liviana cicatriz de los dioses.


Todos los santos inocentes o culpables,
es eterna la impureza que desprendo en mí:
mírame,


mañana desenterraré las sábanas de otra
y sin embargo


no me rindo.

http://www.youtube.com/watch?v=mVQ9WSnWXnI

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