Respiro el aire frío de la lluvia
una tarde de Enero sin tus sombras.
Hay una procesión entre las sábanas,
los últimos pasos me llevan hacia ti,
intento sepultar tu recuerdo impío
tragando tierra.
Solía escribirte sin pasar por la mente,
todo lo derramo sin sustancia,
añoro al hombre hermético,
la burocracia, las cosas con sentido.
Te esperaba en ese canto
porque mi cruz es la de los muertos insolentes,
porque en mis ojos mercromina,
demoliendo los impulsos por no herirte,
cobijando miserias.
No hemos sido nunca una buena partida,
una duda en la sangre, una sola palabra.
Por las calles tenebrosas busco algo
si acaso un encuentro casual,
un amor sin trincheras.
Y me fumo la tarde sin rumbo,
y marchito mi cara con furia si aplasto
el recuerdo en la fosa común que es tu ausencia.
Devolviéndome el hambre no te ganas el cielo,
el vacío no entiende de paces ni alfombras
esperando que vuelvas.
El vacío pregunta indispuesto
si se acaban las calles del Carmen
cuando salgo a buscarte.
Cuando contemplo el beso de la noche
y reescribo los mismos errores,
y desplumo el futuro y vomito mi sueño
y sumerjo la luz del deseo
en la balsa de aceite que soy yo
fuera de tu vida y de la mía.
http://www.youtube.com/watch?v=HqNsVhDshhU
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