domingo, 23 de diciembre de 2012

TE HABLO A TI.















Estás desarmada contra el mundo
y entonces mi caos ya no vale pero el tuyo sí.

Estás leyendo libros que te están abriendo
y te dejan esquelética y turbia,
abierta de labios a la vida inmensa.

Así es como yo te ví en mi drama
cuando jamás hacías nada  por encontrarte.

Te lo he visto tantas veces en los ojos.
Yo llego dónde no puedes mirarte,
una procesión interna ayuna tus espíritus:

tu corazón reivindica a la mujer de frente.

Qué desconcertado y en peligro me sentía
expuesto cada noche a los designios del impulso:

estuve sólo, desnudo y terco,
y todas las miradas asesinas del mundo lo sabían.

Te hablo a ti por si una vez se nos olvidó a ambos,
fue, desde el primer momento, una elección
y estoy orgulloso de haberte compartido.

Sé que ahora te descuidas en la naturaleza de las cosas,
que entiendes mis despropósitos, mi búsqueda
de la verdad en los errores,
que hablas mi lenguaje,
que barnizas esos cuerpos.

Quizá nadie nunca me haya visto tan humano,
tan sumamente polvo y llanto, tuyo en la certeza
de que una vez estuve dentro.

Todas las mujeres que te cercan están huyendo
y yo sé dónde.

Todos los amores insensatos
acaban descuidando el precipicio.

Te hablo a ti, en esta fría manta de domingo,
en el intervalo donde se abre un libro
y se desnuca mi amor:

ese frío invierno que nunca desfallece.

Te hablo a ti,
que sales de la puerta de mi casa siendo reina
y entrarás mañana crujida por el sexo y abatida
por la página ciento dieciséis de una novela.

Nadie te ha leído como yo
porque nadie ha querido jugar peor sus cartas:

la línea de tu mano, el cataclismo,
también fue huella errante en mi viaje.

Lo aprendí de ti. Carga con eso.

Todo lo demás
está en el suelo junto a la ropa.






http://www.youtube.com/watch?v=icjTfJLDkM0


No hay comentarios:

Publicar un comentario