Escupiré en tu vientre todo aquello que me sobra.
Lo vi perderse como un caballo muerto
en ese lago.
Alguien gimió
no te salgas nunca
y yo no era.
Yo no era.
Decías que habías visto una tormenta,
parodia de mis relaciones tóxicas.
Después lloraba como un niño
dentro de mi sueño,
me agarraste el sexo y pensaste
duerme tranquilo duerme
porque ya no volverás
a tenerme dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario