Fluye hijo de puta, pero no corras.
Recuerda que el amor es tránsfuga
y tu boca blasfema en los cuerpos que mutan
y se deshidratan.
Recuerda crear un puente entre nosotros
y luego detonarlo,
corrompernos mutuamente hasta desgastarnos,
volver al pasaje hipnótico
como de otro tiempo.
Hay dos cosas seguras: la muerte y el adiós
sin despedida.
Era la reina de la noche y la llamé Miss Orfidal,
de nosotros ni el pitillo en la pared
con nuestros nombres.
En mitad de la noche podría cometer
incesto lírico, engullirme y vomitarme,
saltar los charcos...
y al otro lado otro y nunca yo.
Colgado entre la incertidumbre y el delirio
nunca yo.
En mitad de la noche se aprenden muchas cosas
transversales y secas:
el sonido del humo parecido al silencio,
el miedo al vacío, la caridad,
el apagón y la vela derramada.
El último trago en las cloacas del deshielo
dónde difuminarse
o extinguirse.
https://www.youtube.com/watch?v=Yk2MEm9WzqU
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