viernes, 3 de febrero de 2012

27-12-11.






Una vez conocí a una mujer
y me atreví a llevarla donde nunca estamos,
a dónde no llegamos nunca.

-No temas
a mi también se me acabaron las palabras-.

Crecieron en mi las ganas de escribir
y me supe escritor sólo cuando vi que sus ojos
estaban llenos de mis tachones.

Ahora ya no escribo cosas largas,
no cabemos.

Me he perdido en el viaje de ida,
no importa, hemos aprendido la lección.

Todo lo que nos une
al fin y al cabo también nos separa.

Nadie puede devolvernos. Tú lo sabías
y yo no quise verlo.

Nace el tiempo de los otros. Imberbes
escritores que se hacen eco de esta historia.

Me escriben y escuchan mis canciones. Preguntan
lugares, sitios, estaciones… me dicen
pase lo que pase tú no cambies nunca.

Y yo, sólo puedo responderles
que una vez conocí a una mujer

que ya no existe.






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